Capítulo 25.
El momento de que los alfas regresaran al trabajo llegó, Jungkook y Yoongi estaban completamente recuperados.
Yoongi informó que la omega amiga de Hoseok había terminado sus declaraciones, ahora era el turno de Solji.
La pobre chica estaba sola, fue raptada de un pub donde trabajaba como mesera, Nayeon es una omega muy hermosa y encantadora.
Cuando Jin escuchó la historia se conmovió y le ofreció un puesto en las clínicas. La chica aceptó gustosa y estaba muy agradecida, Yoongi igual brindó su apoyo por el cariño que sentía a Hoseok, le ayudó con la renta de un departamento que se ubicaba cerca de ellos.
Ahora los tres omegas y el pequeño alfa se encontraban en casa de Jin mientras sus alfas estaban en las oficinas.
Jungkook abrazó por un largo rato a Jimin, le dejó muchos besos con la perfecta excusa de que así no lo iba a extrañar, además, lo marcó con su aroma y muy feliz le obsequió una fina pulsera de oro con el dije de un libro con diamantes.
—Es para recordarte que me encanta tu aroma, cariño —le dijo y besó sutilmente su cuello.
Jimin se ruboriza por completo, y agradeció con un casto beso sobre sus labios, el alfa sonrió —Eres todo un atrevido, Park. Me encanta, amor —Jimin suspira feliz y se abraza a su torso.
Después de eso, el alfa salió de casa junto a su hermana.
Jimin empezaba con la promoción de sus postres, Jin no mintió cuando dijo que sería su mejor cliente, el omega encargó un total de 6 pasteles para enviarlos al personal de la clínica como agradecimiento a su labor y aprovechó para hacer promoción a su amigo adjuntando unas tarjetas y un número de referencia para hacer pedidos.
El otro día Jungkook le obsequió un celular, no ha puesto mucho de sí para aprender a manejarlo y no es que no lo desee, es que nunca tuvo uno y le es difícil ponerse al corriente con toda la tecnología.
—Jin deja de comer tanto betún, te hará daño —reprendió el ojiverde con cariño.
—¿Yo? —pregunta con rastros de su fechoría en la comisura de sus labios.
—Si amigo, yo sé que te encanta, pero debes cuidarte, ¿sí?
—Bien, pero si mi bichito sale con carita de dulce de leche será tu culpa por no dejarme comer, la verdad yo no entiendo porqué tanto problema con que coma un poquito de más. No es como si yo quisiera acabar con todo de una vez, no claro que no.
Jin hablaba seguro —Porque yo debo establecer mis límites y cuidar a mi bebé para que crezca sano y fuerte, así como estos actores que la hacen de superhéroes de mis películas favoritas, mi sabor favorito de betún es el de chocolate, una vez comí de fresas, pero en realidad no fue mi agrado. Ahora quiero comer fresas con chocolate, no mejor con crema.
Jimin y Hoseok únicamente sonreían.
El parloteo de Jin parecía no tener fin —Cuando yo era más pequeño, mi mamá no me dejaba comer muchas cosas azucaradas porque decía que me volvía como un pequeño correcaminos; sin embargo, yo no creo que eso...
Jaesung balbuceaba sentado en el piso jugando con una paleta, se quedó viendo a Jin y a los gestos que hacía al hablar, dio una carcajada al escuchar lo rápido que el omega hablaba. Jimin acarició su cabeza dejando un tierno beso en su pequeño.
Jin lo vio enternecido —Ven —señaló al cachorro—. El pequeño alfa está de acuerdo conmigo, ¿verdad amor lindo?
Jaesung se sonrojó, se apoyó en sus manitas para ponerse en pie y se fue a esconder a las piernas de Jimin. Su mami le regala una sonrisa que muestran sus hoyuelos y Jaesung la devuelve, lo toma en brazos y él se recuesta en su pecho.
—Bien, ya hemos terminado, ¿crees que les vaya a gustar? —preguntó el ojiverde admirando su obra terminada, sonrió a Jaesung que pinchaba con su dedito índice los lunares en su cuello. Por la mañana habló con su terapeuta y presentó muy orgulloso a su cachorro.
—Por supuesto que si Jimin, Jin tiene razón, tienes el toque especial para hacer que estas cosas te encanten —Hoseok halagó comiendo de la rebanada que tenía en manos.
—Yo ya se lo dije, esto les va a encantar —Jin pasó la lengua por la servidora que Jimin le dio, especialmente para él—. Ricitos, tú deberías empezar a verificar que pasará con tus franquicias.
—Que exagerado eres amigo —Jimin besó a su cachorro sintiendo las caricias que daba en su cabello, mientras besaba su piel.
La cuestión era la siguiente, aún seguían con algo de temor al salir, así que un par de patrullas vigías seguían fuera de la casa, Hoseok debía esperar que Yoongi llegara por él para llevarlo a casa, mientras Solji aún seguía dando algunos reportes a la comisaría y arreglaba algunas cuestiones con su trabajo de ser doctora. E iba a citas para mejorar su estado de salud, para estos trámites era acompañada por un par de alfas que la protegían.
Así que llamaron a un repartidor para llevar los pasteles y Jin se encargó de enviar una pequeña maceta con un cactus de regalo agradeciendo por cada compra, de igual forma adjuntó una pequeña tarjeta con el nombre de Jimin y para que sepan a quién acudir cuando quisieran algún postre.
El repartidor llegó siendo escoltado por uno de los oficiales, entregaron las cajas preparadas y las macetas.
Jimin suspiró emocionado, confiando en que todo marchara bien.
Luego de eso fueron a la cocina de nuevo para preparar algo de comida, los alfas informaron que estarían por la tarde en casa por unos asuntos que tenían que hacer.
Terminaron y limpiaron la cocina repartiéndose las tareas, pero Jin se la pasó distrayéndose cuando Jaesung hacía cualquier cosa y él moría de ternura al ver al pequeño alfa.
Como cuando caminaba lentamente inspeccionando la casa, o sonreía a su mami y palmeaba su piel, demostrando su cariño y preocupación. Jaesung recolectaba florecitas y hojas secas del jardín y se las obsequiaba con una enorme sonrisa.
Uno de los policías llamó a Jin para informar que Nayeon la omega que ayudó a Hoseok estaba por llegar a dejar unos papeles que Daebin había enviado con ella.
El timbre sonó y el omega castaño se dirigió a la puerta junto a Hoseok para recibir a Nayeon.
—Hola, Nayeon —Hoseok llega a su lado abrazándola.
—Hola, Hoseok, qué gusto verte.
—¿Estás bien?
—De maravilla, en la clínica todos son muy amables.
Jin se paró en la puerta con una enorme sonrisa saludando a la chica.
—Buenas tardes, mi nombre es Im Nayeon, la doctora Daebin me ha enviado con este recado.
—Muchas gracias, Nayeon. ¿Te gustaría pasar a tomar algo?
—No quiero ser grosera rechazando su invitación, pero debo regresar a trabajar, estoy muy agradecida con usted por darme esta oportunidad, si no fuera por el oficial y usted no sé qué sería de mí.
—Está bien Nayeon, espero que todo te vaya muy bien, es una lástima, creo que Jimin tenía muchos deseos de conocerte.
Jimin salía de la cocina limpiando sus manos con una toalla, cuando percibió el olor extraño vio a la puerta donde ella se encontraba, así que se acercó.
—Jimin mira, ella es Nayeon —Jin informa.
—Es un placer al fin verte Jimin, Hoseok me habló mucho de ti —ella sonríe amigable.
—Gracias, Nayeon, el gusto es para mí, gracias por cuidar tanto de Hoseok y por tu ayuda en aquella ocasión.
—No fue nada, tú hubieras hecho lo mismo por cualquiera de nosotros —sonrió—. Otro día podremos conocernos mejor, ahora debo regresar. Son mis primeros días y no los puedo defraudar. Es un placer conocerlos, espero algún día compartir un momento con ustedes.
La omega se despidió y los tres se quedaron solos de nuevo, así que decidieron preparar un postre para la llegada de los alfas.
Jaesung se encontraba jugando con unas paletas de cocina dentro de un fuerte de almohadones que construyeron los omegas en un momento de la tarde, cuando se dispusieron a jugar con el pequeño.
La puerta principal se abrió y Yongsun entró con una enorme sonrisa, seguido estaba Yoongi y por último Jungkook.
Los tres alfas traían ramos de flores artificiales en sus manos.
Cada uno fue con los omegas para entregarles el regalo, Yoongi parecía muy tímido cuando entregó a un muy sonriente Hoseok el ramo de rosas rojas hechas de terciopelo.
—Están hermosas Yoongi, gracias.
Yongsun obsequió unos claveles de diferentes colores susurrando al oído de su omega que era por pintar sus días de colores.
—Mi alfa bonita y hermosa, me encantan —besó estrepitosamente su mejilla.
Jungkook se acercó a Jimin dejando ver su enorme sonrisa, en manos un arreglo de peonias y hortensias con ramitas de eucalipto, dejó las dos bolsas que cargaba en brazos sobre uno de los sillones.
—Hola, cariño.
—Hola, Kook —saluda con un leve sonrojo.
—Esto es para ti, omega —le tiende el ramo de flores.
—Son hermosas, Jungkook, no debiste, pero están muy lindas, gracias son con tonos azules y verdosos —sus ojos se iluminaron al notar el pequeño detalle.
—Como tú y yo —rió orgulloso—, pensé que sería tonto, pero Yongsun y Yoongi dijeron que era lindo.
—Me encantan, si es muy lindo detalle —avanzó para abrazarlo.
—Me alegra que te guste bebé —besa su mejilla muy cerca de sus labios.
—Gracias.
—También le traje algo a Jae, ¿en dónde está mi pequeño cachorro? —pregunta escuchando algunos suaves balbuceos.
El cachorro al notar que Jungkook no se acercaba hizo ruidos más fuertes dando golpes al piso con la paleta para llamar su atención.
—Ahí estás pequeño, ven —Jaesung le sonrió moviendo sus piernas demostrando su emoción, se levantó apoyándose en sus manos regalándole una gran sonrisa.
Jungkook tomó una de las bolsas más grandes y sacó un cubo multiactividades.
—En la tienda dijeron que era perfecto para su edad —habló mientras mostraba el artefacto al pequeño.
—Qué lindo Jungkook —el omega se puso en cuclillas a la altura del pequeño alfa—. Da las gracias, Jae.
El cachorro sonrió mostrando sus pequeños dientes y corrió a abrazar al alfa, Jungkook lo alzó al aire sujetándolo de su torso y el pequeño alfa llevó sus manitas dentro de su boca sintiéndose muy emocionado. El caso con Jaesung era que no hablaba mucho, Jin dijo que posiblemente era por ser tímido o por todo el trauma que vivió, solo necesitaba tiempo para hacerlo.
Los alfas se miraban con complicidad, les dijeron a los omegas que ellos prepararían la cena, antes de hacerlo fueron a cambiarse el uniforme y ponerse algo de ropa casual.
Jungkook no permitió que los omegas se acercaran hasta que todo estuviera listo, sonaban suaves melodías como música de fondo en el gran corredor donde estaba la mesa de jardín siendo preparada.
Yongsun encendía la serie de bombillos colgantes para darle un toque especial al ambiente.
El platillo que hicieron fue espaguetis y albóndigas bañados con la salsa especial que Yoongi preparaba, al alfa se le daba bien hacerla.
Unas velas al medio de la mesa y un poco de vino servido. Tanto Jimin como Hoseok y Jin quedaron impresionados por el detalle de los alfas. Cada uno tomó a su omega y lo escoltó a su lugar. Luego de un rato, Yongsun golpea levemente una copa con un tenedor para llamar la atención de todos.
—Han sido unos días muy locos, pero hoy queremos celebrar la felicidad que ha llegado a nuestro hogar —Yongsun buscó al ojiverde con la mirada—. Jimin te has convertido en alguien muy especial para nosotros. Gracias por aceptarnos en tu vida y dejar que ese pequeño forme parte de nuestra familia. Brindamos por ti, por Hoseok y en especial por el pequeño retoño que crece en el vientre de Jin que es fruto de nuestro gran amor.
—Eso es muy bello alfa —Jin aplaude emocionado.
—Gracias, Yongsun —Hoseok alza su copa.
—Yo también quiero brindar —Yoongi se puso de pie—. Por las nuevas veredas que la vida nos trae. Muchas veces creemos no tener rumbo, pero algo agita nuestro mundo y nos devuelve al camino para poder continuar, brindo por las nuevas amistades, el amor y las nuevas direcciones —habló emocionado viendo a lo último a Hoseok. Jin de nuevo aplaude y Yongsun palmea la espalda con cariño de su amigo. Jimin sonríe feliz viendo a Hoseok con el rostro iluminado.
Suspirando, Jungkook se puso de pie, su cálida sonrisa derretía el corazón de Jimin —Bien, supongo que es mi turno, yo quiero brindar por todo, por la vida y la esperanza. En especial por las sorpresas que vienen a nosotros y le dan vida a nuestro mundo y al final llegamos a tener lo que merecemos y encontramos nuestro destino —caminó hasta llegar al lado de Jimin.
El alfa suspira y sonríe —Yo también estoy agradecido porque la brújula de la vida me enseñó que tú eres el camino correcto —saca una cajita abriéndola delante de él—. Te dije que quería ser parte de tu presente y futuro, y hoy aquí quiero pedirte formalmente que me permitas cortejarte —sacó un pequeño collar con unos dijes, representando la lluvia, libros y café, eran por sus olores.
—Kook... —Jimin se emociona.
El alfa besó su frente —No podía esperar más después de lo de anoche y ahora con Jae aquí no sabes cuánto deseo que me permitas ser parte de ustedes. Es hora de disipar las inseguridades y darle paso a la felicidad, ¿no crees amor?
—Claro que sí, alfa, es un gran honor para mí —Jungkook da la vuelta y pone el collar en su cuello bajo la atenta mirada de Jaesung que se encontraba parado junto a su mami.
Jungkook toma de las manos a Jimin y lo ayuda a ponerse de pie para abrazarlo, Jungkook se inclinó en un perfecto ángulo pasando sus manos por la cintura para que sus rostros estuvieran justo frente a sus cuellos.
—¿Puedo besarte? —Jungkook pide permiso.
—Por supuesto que sí —Jimin sonríe emocionado.
Feliz, Jungkook acaricia el rostro de Jimin acercándose lentamente picoteando sus labios, el ojiverde algo avergonzado se escondió en el cuello del alfa.
—Gracias, Kook —el alfa besa la coronilla de su cabeza notando a Jaesung verlos muy curioso. Se separa del omega yendo a donde Jae se encontraba, lo sujeta de la cintura y lo alza para tenerlo en brazos.
—¿Y tú pequeño me das permiso de amar a tu mami, y por supuesto amarte a ti?
Jaesung lo abrazó rodeando su cuello con sus pequeños brazos, Jimin se acercó y se unió al lindo momento —Quería hacerlo cuando fuéramos a dormir, pero...
—¡Oye! ¿Cómo es eso que cuando fueran a dormir? —Jin pregunta con el ceño fruncido pero con ojos aguados.
—Omega, ¿quieres que te compre otra planta? —Yongsun picotea sus labios para hacer callar a Jin.
Yoongi y Hoseok estaban abrazados apreciando la linda escena, mientras Yongsun intentaba distraer a Jin del jugueteo para atacar a Jungkook.
De un momento a otro Jungkook se separó abruptamente del cuerpo de Jimin, Jaesung se removió en sus brazos pidiendo ir con su mami.
El lugar se fue inundando por el fuerte olor a libros y caramelo.
Yoongi se puso alerta sujetando a Hoseok, Jin se escapó de los brazos de su alfa abrazando a Jimin, Jaesung empezó a llorar en los brazos del alfa que se encontraba un poco consternado.
Jimin estaba completamente tranquilo y algo sonrojado por el estado en que estaba, se acerca a Jungkook tomando a Jaesung en sus brazos para mecerlo y que se calmara.
Esto era así desde que Jaesung era un bebé y él entraba en celo, el pequeño se ponía un poco sensible y muy sobre protector con su mami, Dongwoo se volvía salvaje, enojado y muy abusivo porque el omega no reaccionaba como él deseaba.
Jungkook intenta acercarse, pero Jaesung lo impide, viéndolo muy enojado abrazando a Jimin, empezando a gritar. El pequeño alfa solo protegía a su mami.
—Lo siento, yo no sabía que esto pasaría —Jimin se disculpa con el rostro enrojecido.
—No te preocupes, ricitos, es totalmente normal, era de esperarse, Daebin dijo que todo esto podría adelantar o atrasar tu celo, ¿te sientes bien? —Jin peina su cabello con cariño.
—Si yo... bueno, mis celos no son algo comunes, no pierdo el juicio, solo tengo mucho dolor y fiebre. Será mejor que vaya a la habitación —termina diciendo para caminar rápidamente a su cuarto.
Jungkook estaba con el rostro muy serio siguiendo la figura desaparecer por el pasillo, calma su instinto y sale del trance en que se encontraba.
—Jungkook, alfa idiota, no te quedes ahí como un estúpido, ve con Jimin y cuídalo —Jin se acerca al alfa para empujarlo, pero se detuvo cuando vio los ojos cambiantes del alfa—. ¡Yongsun, los ojos de Jungkook están verdes! —exclama asombrado. La alfa se acerca para calmar a su omega y apoyar a Jungkook.
—Hermano, tu omega te necesita, ¿estás bien?
—Lo sé y si estoy bien, es que solo lo sentí, no quiere que lo acompañe... —su voz se escucha profunda.
Hoseok carraspea —Los celos de Jimin son únicos y peculiares, así como su aroma, sufre por dolores intensos, no ruega por la ayuda de un alfa, nunca siente algún tipo de síntoma, solo llegan justo como ahora, su aroma no atrae, solamente busca tranquilidad, la pasa muy mal yo podría ir...
—Yo iré, gracias por tu ayuda Hoseok y por decirme todo esto —Jungkook asiente en agradecimiento.
—Eso es extraño, pero no podemos dejarlo, solo necesita ayuda, ve con él y yo estaré dejando provisiones para que estén bien —Jin le apresura.
Jungkook de inmediato caminó a la puerta de la habitación, él podía sentir el temor que había en su omega, pero se sintió triste al pensar que Jimin temía de él.
Tocó la puerta escuchando los pasos de Jaesung en la habitación, del otro lado el pequeño golpeaba la puerta, gritando por su mami, su mami estaba mal.
Jungkook sintió su preocupación, así que con mucho cuidado abrió la puerta viendo a Jaesung con lágrimas en sus mejillas.
—Bebé, ¿qué pasa cariño? —lo toma para alzarlo.
—Mami... —solloza en un llanto desgarrador.
Jaesung se refugió en sus brazos y buscó a Jimin con la vista, Jungkook se acercó a donde el olor se sentía más intenso, escuchó cómo el omega estaba en el baño vomitando, así que entró de inmediato viéndolo hincado sobre el inodoro, pálido y con sudor en su frente.
—¿Jimin?
—V-Vete Jungkook, estoy bien —intenta recomponerse, pero cayó de frente.
—No amor, espera un segundo —salió con el cachorro en brazos y lo recostó sobre la cama dejando muchos almohadones a su alrededor, Jaesung ya se encontraba muy adormilado gracias a que lo marcó con su olor. Lo cubre con alguna cobija con el aroma de ambos y lo besa para ir con su omega.
—¿Qué sucede, cariño? —Jungkook regresa acercándose con cuidado.
—Esto no es lindo de ver, solo... —no termina de completar lo que diría, pues siguió vomitando.
Jungkook se acercó y acarició su espalda, se giró tomando unas toallas para limpiarlo.
—Lo siento, Jungkook, yo no soy un buen omega —solloza luego de unos minutos.
—No, ¿por qué dices eso cariño? —preocupado limpia sus mejillas.
—Yo no funciono bien, no como uno normal.
—Eso no es cierto bebé, no pienses esas cosas cariño, para mí eres suficiente tal y como eres.
Jimin pide ir al lavamanos para cepillar y lavar su boca, Jungkook le ayuda en todo el proceso.
El alfa lo cargó en sus brazos llevándolo a uno de los sillones para que descansara, su cuerpo estaba muy caliente, pero el omega se quejaba de tener mucho frío.
—Tengo que bajar la temperatura amor, estás ardiendo en fiebre, creo que lo mejor es que tomes una ducha, ¿bien?
—Lo que tú digas, ¿y Jae? —busca con la vista a su pequeño.
—Está dormido, no te preocupes —le calma dejando un beso en su mejilla.
Jungkook empieza a quitarle algunas prendas, dejándolo solo en pantalón —Amor, necesito desvestirte, ¿me permites hacerlo? ¿Confías en mí?
—Claro que sí.
—Gracias, cariño.
El omega admiraba con qué cuidado el alfa le ayudó —Sabes cuándo te vi tuve una sensación bonita, escuché a muchos decir que esa sensación solo te llega una vez en la vida, porque eso es muy especial, gracias Kook —con los ojos cerrados disfrutó embriagándose con el olor que el alfa daba para que se relajara.
—Eres un encanto, yo también pienso lo mismo, cariño —le da un casto beso sobre su cabeza—. Ahora voy a quitar tus pantalones, si te sientes incómodo solo házmelo saber.
Lo carga en sus brazos llevándolo de vuelta al baño, aún Jimin estando medio adormilado, tenía vergüenza de que el alfa notara su cuerpo pintado con cicatrices.
—Tengo mucho sueño —bosteza pesado.
—Lo sé cariño, pero es necesario esto para que mejores un poco. Tienes mucha fiebre.
—Pero esto no es lindo de ver —avergonzado baja el rostro.
—Claro que no, amor —Jimin alza la vista y nota a Jungkook observando con gran cariño su rostro—. Ahora vamos a entrar al agua, bebé.
—No, te empaparás, yo puedo solo, no te preocupes.
—Yo deseo hacerlo, bebé, necesito cuidar de mi lindo omega.
Jimin se contrajo cuando el agua tocó su piel, Jungkook se adentró a la ducha empapándose con el agua mientras sostenía a su omega en brazos.
—Ya bebé, ya todo pasará —Jimin, gimotea en medio de un sollozo, se sentía desvanecer.
Jungkook acaricia sus brazos sintiendo la piel curada de aquellas heridas que marcaron su existencia.
Jungkook besa cada una de ellas —Eres muy hermoso —calma sintiendo la inquietud de su omega.
—No me veas, me da vergüenza —intenta cubrir algunas de ellas con sus brazos.
Entonces su alfa lo toma de la barbilla levantándola para que pudiera verlo, ambos bajo la lluvia artificial —Me enamoré de cada uno de tus pedazos Jimin, tus cicatrices y las heridas que aún están por sanar aquí y aquí —dijo señalándole el corazón y besando su frente, el agua recorría ambos cuerpos y el omega se arropaba en los brazos de Jungkook.
—Me enamoré de lo lindo que eres y también porque a mi vista eres muy hermoso, me enamoré de tu corazón roto porque para mí es el más completo para amar. No me importa tu casta o como reacciones siendo omega. Yo te quiero a ti.
Continúa hablándole con un arrullo de voz —No hay cicatriz alguna por tan malo que suene que no encierre belleza, hay una historia que se cuenta en ella y por más doloroso que sea el recuerdo también marca el fin.
Lo mecía en sus brazos sin dejar de hablarle, el llanto del omega se mezclaba con el agua que aliviaba sus dolencias y al final no entendía si eran los brazos de Jungkook o lo frío que mojaba su piel.
—Jimin, tus cicatrices son remiendos de la memoria, un remate imperfecto que nos sana dañándonos a su vez, pero siempre con el alivio a su lado, ¿entiendes amor? Eres perfecto tal y como eres, cariño.
—Sí, gracias Jungkook —Jimin se recostó en su pecho, dejándose mimar. Jungkook pasaba su mano por su espalda, besaba cada parte de su rostro con ternura; ojos, nariz, mejillas, frente y labios.
Así pasaron un buen rato hasta que Jungkook estuvo satisfecho de sentir el calor del cuerpo de Jimin regularse, lo secó y llevó de nuevo a la habitación para vestirlo.
Jimin se sonroja cuando estaba en ropa interior y Jungkook llegaba con un pants para que se pusiera —Tranquilo amor, yo te cuido —terminó dejando un beso rápido en su mejilla.
El alfa lo admiró con devoción, Jimin era tan hermoso, entonces se dispuso la tarea de hacérselo saber todos los días hasta que este creyera a sus palabras.
Lo acarició hasta que el dolor se empezó a calmar, peinó su cabello y pasó algo de crema por sus brazos, y otra para su rostro. Jin dejó en la puerta algunos batidos de jugo y algo de bebidas hidratantes.
Jungkook le dio un poco para que no se sintiera tan débil.
Jimin se recostó sobre la cama con ayuda de Jungkook —Mi hermoso omega, aquí estoy cariño —habló bajito mientras el ojiverde parpadeaba sintiendo sus ojos pesados, Jungkook impregnó la habitación con su olor.
Y porque de eso se trata el amor de encontrar a alguien que aún conociendo tus heridas se quede para besarlas, que sea admirador de tus complejos.
El salvador a tus miedos y que sea capaz de dibujar en tu cara sonrisas, porque ese es el sentido de dar la vuelta al mundo para poder llegar y al fin abrazarte por la espalda.
Es quien conoce tus defectos, tristezas, miedos y sabiendo de ellos se queda y es capaz de amarte porque son parte de ti.
Minutos después, Jin asomaba la cabeza por la puerta luego de dar un par de toques.
—Jungkook hablé con Daebin, dice que su celo podría solo durar unas horas. Gracias por cuidarlo, eres un gran alfa. ¿Tiene mucho dolor?
—Debí llegar antes Jin... —habló con su mirada fija sobre el omega—, su cuerpo está muy dañado.
—Llegaste en el momento justo Jungkook, todo es culpa de ese maldito infeliz. Quita esa idea de la cabeza, pronto sanará, estaremos para él.
—Lo sé, pero igual no puedo evitar pensarlo, cuando lo vea de nuevo Jin, te juro por mis padres que el infierno será un descanso para lo que deseo hacer con él.
Jungkook pasó toda la noche a su lado, poniendo trapos con agua fría sobre su frente, peinó sus rizos haciéndolos a un lado para besar su frente, lo observó durante un largo rato mientras besaba los nudillos de sus manos.
El alfa había sido entrenado para no permitir que su instinto le ganara ante cualquier situación, su lobo rugió cuando notó el cuerpo marcado de Jimin, era difícil notarlo porque durante todo el tiempo usaba ropa que lo cubría totalmente.
—Aquí estoy cariño, lo siento por tardar amor —besó su mejilla, Jimin se acurrucó mejor a su lado, enterrando su rostro en su pecho.
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